
Yo terminaba de hablar por teléfono. Miraba inquieta al reloj y movía las piernas.
Al poco de colgar me saludó, y comenzó a hablar conmigo.
Me contó la razón por la que estaba esperando en la estación de autobuses y me preguntó por lo mismo.
-Estoy esperando a que llegue el bus que me lleve a casa. Como afuera llueve...
-Sí, llueve mucho...- Y siguió hablando hasta que volvió a preguntar: ¿Y tú qué estudias?
-Historia del Arte.
-¡Anda! ¡Entonces seguro que pintas unos cuadros preciosos!
-No, verá señora, yo lo que hago es estudiarlos y...
Llamó entonces a su marido diciendo que estudiaba lo mismo que una conocida suya y que pintaba cuadros. Entonces ambos me escudriñaron y asintieron, diciendo que hasta tenía las "mismas pintas".
Reí un poco y con una sonrisa suspiré:
-Sí, pinto.
Fue una situación bastante divertida.
Eso se llama hablar el mismo idioma.
ResponderEliminarQué pesadas son las mujeres que te hablan en el bus... casi tanto como un día de lluvia en Granada.
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