jueves, 7 de abril de 2011

Por las primeras palabras

Imaginad la situación:
Papel en blanco.
Tienes una idea revoloteando por la cabeza y sin una salida de emergencia. Has pensado el cuerpo de la idea, incluso el adorno gracioso que quieres ponerle a la última letra cuando termines de escribirla.
Lo único que falla es que no sabes cómo perturbar el blanco del papel.
El resto viene solo.
Sería similar a una conversación por teléfono cuando se hace de repente el silencio y sigues con algo que decir.

"-¿Has terminado ya de hablar?
Al otro lado del auricular se escuchaba la respiración con el mismo efecto de un micrófono viejo. Algo pasaba.
-En realidad no...
Pasaron unos segundos de palpable silencio. Esos segundos largos en los que un ejambre de palabras quiere salir de los labios aun sin saber a qué se enfrentan.
-¿Y bien?
-No sé... Quizás llevamos tanto tiempo sin vernos que se me ha olvidado cómo hablarte.
-Piensa entonces tus primeras palabras, hermanito.
Del auricular llegó el sonido cascado de una risita."

2 comentarios:

  1. Unas primeras palabras muy bonitas: ¡una risa!

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  2. Me ha encantado, Ro :D. A veces tenemos tanto que decir que nos resulta difícil abordar el tema. Pero tranquila, las personas que más cosas tienen que decir son las más interesantes.

    Yo también tengo ganas de verte.

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